El consumo de carne vacuna en Argentina continúa en niveles históricamente bajos. Según el último informe de la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (CICCRA), en mayo el promedio fue de 49,5 kilos por persona por año, apenas un 0,5% por encima del mismo mes de 2024.
Pese a la desaceleración inflacionaria, los salarios no logran recuperar poder adquisitivo, lo que impacta directamente en el consumo. En un contexto económico adverso, el asado dejó de ser una costumbre dominical en muchos hogares.
De acuerdo con datos del Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA), los precios de los cortes vacunos subieron un 2,6% en mayo, por encima del 1,5% de inflación oficial medida por el INDEC.
La variación acumulada en los primeros cinco meses del año fue del 27,3%, impulsada por la baja oferta de animales para faena, que presiona los valores al alza.
El informe también señala que los aumentos de precios variaron según el poder adquisitivo de cada zona:
- En barrios de nivel alto, la suba fue del 3,3%
- En sectores medios, del 2,5%
- En zonas de ingresos bajos, del 2,4%
A pesar de la leve suba interanual en el consumo, los registros siguen muy por debajo del promedio histórico. La carne vacuna, históricamente símbolo de la mesa argentina, enfrenta un escenario de consumo restringido y precios en alza.