Con más del 99% de las mesas escrutadas, se impuso el Rechazo con un aplastante 61,92%. La opción de aceptar la nueva carta magna, respaldada por le presidente Gabriel Boric, fue apoyada por solo el 38 % de los electores.
Según los datos oficiales, la opción del rechazo se impuso en las 16 regiones del país, mientras que la del «apruebo» ha ganado únicamente en el extranjero.
Con este contundente rechazo, seguirá vigente la actual Ley Fundamental, aunque el presidente chileno, ya anunció que convocará un nuevo proceso constituyente y que se cumplirá con el mandato del plebiscito de octubre de 2020, en el que casi el 80 % de los chilenos pidió un cambio constitucional. Sin embargo, crece la incertidumbre porque aún no hay acuerdo político sobre cómo se desarrollará este nuevo proceso.
«El pueblo chileno no quedó satisfecho con la propuesta de Constitución y, por ende, ha decidido rechazarla de manera clara en las urnas», dijo el presidente, Gabriel Boric, en un mensaje por televisión. «Este 4 de septiembre, la democracia chilena sale más robusta, así lo ha visto y lo ha reconocido el mundo entero. Somos un país que en sus momentos más difíciles opta por el diálogo. De esto, compatriotas, debemos estar profundamente orgullosos».
Unas 12,8 millones de personas votaron en un fin de semana de gran convocatoria. 15,1 millones de chilenos habían sido llamados a votar en el plebiscito en el que se impuso el rechazo por un amplio margen. El presidente convocó a todos los partidos a una reunión este lunes para analizar la «continuidad al proceso constituyente».