El narco chileno Erwin Andrés Díaz Sánchez, de 40 años, fue detenido durante el Festival de Jesús María tras intentar ingresar al predio con una pistola calibre 22.
Sánchez, quien cuenta con un historial delictivo significativo, había sido condenado el año pasado a 5 años y 3 meses de prisión por narcotráfico en la Justicia de Neuquén y por violencia de género en la Justicia de Río Negro.
Historial delictivo y polémica judicial
A pesar de sus antecedentes, Sánchez gozaba de libertad, lo que reaviva el debate sobre la eficacia de las penas y la actuación de la Justicia Federal en este tipo de casos.
El detenido, conocido en la región, residió inicialmente en Vista Alegre y luego se mudó a Contralmirante Cordero, donde en su momento recibió al cantante L-Gante durante una presentación en Neuquén.
Próximos pasos judiciales
La detención en Jesús María pone nuevamente a Sánchez bajo la lupa de la Justicia, que deberá determinar las medidas a seguir frente a su situación. Su caso, emblemático por las múltiples condenas, expone las falencias en la ejecución de penas y la necesidad de un control más estricto sobre los condenados en libertad.
Según el comisario Mateo Vera, jefe de la departamental Colón, «en la requisa que se hace normalmente en el ingreso al anfiteatro de Jesús María, el personal que estaba realizando las requisas procede al control de una persona de 40 años». Durante el procedimiento, se encontró un arma Bersa calibre 22 en un bolso que el detenido llevaba consigo.
El comisario Vera detalló que «esta persona fue inmediatamente demorada y aprehendida, puesta a disposición del juzgado de Jesús María». Actualmente, el delincuente se encuentra detenido mientras se complementan las diligencias para recabar más información sobre sus antecedentes y los motivos por los que portaba el arma.
El detenido argumentó que «tenía el arma de fuego en el vehículo y, como en el estacionamiento le decían que tenían que dejarlo con la llave puesta, decidió llevarla consigo para no dejarla en el vehículo». Este caso reaviva las preocupaciones sobre la seguridad en eventos masivos y la posible conexión con mafias de drogas en la región.
La fiscalía de Jesús María continúa investigando el incidente, mientras se espera que se tomen decisiones sobre la situación legal del detenido.
El Festival de Jesús María, tradicionalmente conocido por su música y tradición, se vio sacudido por este episodio, que pone en evidencia la presencia de individuos con causas pendientes incluso en eventos masivos.