Cristian Medina, oriundo de Villa Celina, contó su versión en diálogo con Radio La Red: “Quiero aclarar que no me llevaron por racismo como dijeron algunos medios brasileros, nada que ver. Yo no soy racista, quería que quede claro eso. El motivo fue que tenían que llevar a alguien, yo estaba ahí y me llevaron”. El fanático boquense fue esposado y llevado a la Delegación N° 12 de Copacabana, una comisaría similar a las que existen en Argentina, según manifestó.
“Jamás me dijeron por qué me llevaban detenido. Estábamos en la playa tranquilos y de golpe hubo una zona liberada porque la Policía había estado todo el día ahí. Llegó la barra de Fluminense y la gente empezó a correr. La Policía vino después de un tiempo, tardó, no vino en el momento, y nos empezó a reprimir. Me empezaron a correr, no sé si por el color de mi malla o qué. En el mar vinieron, se me tiraron encima y me llevaron detenido. Jamás supe por qué”, fue el relato en primera persona del hincha de Boca detenido ayer en Río.
Más tarde, el simpatizante argentino implicado en la detención contó cómo fueron los instantes posteriores: “Estuve esposado, no me trataron mal. Quizás alguno tuvo una palabra de más, pero no respondí. Estuve demorado, con esposas y sin mis pertenencias, pero no en un calabozo. Nunca había ido detenido. Estuve solo en el destacamento. Antes dieron 200 mil vueltas en la camioneta, no me decían adonde me llevaban y se reían. Hasta que llegamos a la comisaría”.
Su aprehensión fue justo después de la emboscada de los barras del Flu a la gente de Boca. Sobre el hecho, ahondó: “Miedo no tuve porque no había hecho nada, estaba en la playa como el resto de la gente. Vinieron a atacar ellos a la gente de Boca, yo quise irme porque no quería meterme en problemas, como la mayoría de la gente. Ellos vinieron y nos reprimieron siendo que la zona liberada la dejaron ellos. La gente de Boca no respondió”.
Esta no era la primera vez que Medina viajaba a Brasil para ver a Boca y, desde su experiencia, expresó: “Se nota que está todo muy tenso en los días previos, pero pasa siempre acá. Para mí no es nuevo, pero al haber más de 100 mil personas y mucha gente que nunca vino, se encuentra con que no es venir de vacaciones. Es la realidad”.