La ciudad de Neuquén concretó este jueves la destrucción de 260 caños de escape ruidosos que habían sido secuestrados durante operativos de tránsito y seguridad vial realizados en los últimos meses.
Se trata de dispositivos modificados, en su mayoría instalados en motocicletas, que generan un nivel elevado de ruido y alteran el descanso de los vecinos durante las noches. La destrucción fue encabezada por el subsecretario de Medio Ambiente y Protección Ciudadana, Francisco Baggio, quien destacó que se trató de “un día muy importante” para el municipio. “Nos pone muy felices hacer esta destrucción de los 260 caños de escape ruidosos que se secuestraron en los operativos de alcoholemia, picadas y conducción temeraria”, expresó.
Los controles se realizaron en distintos sectores de la ciudad, con énfasis en los barrios Unión de Mayo, Villa Farrell, el Área Centro y la Isla 132, donde se detectaron numerosos vehículos circulando sin silenciador o con escapes adulterados para generar mayor ruido.
Baggio recordó que este tipo de modificaciones están prohibidas por la normativa vigente, tanto por razones de seguridad vial como por su impacto en la contaminación sonora urbana. “Estas acciones forman parte de una política integral para mejorar la convivencia en la ciudad”, agregó.
Desde el municipio informaron que los operativos nocturnos continuarán, especialmente durante los fines de semana, y que se reforzarán las tareas de control en las zonas críticas donde se reciben más denuncias vecinales.