Se confirmó la renuncia de Germán Guido Lavalle a la presidencia de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), una salida que se inscribe en la etapa de reorganización que atraviesa el Gobierno nacional. El Ejecutivo ya definió quién ocupará su lugar.
El cargo será asumido por el ingeniero Martín Porro, un especialista con más de tres décadas de experiencia en el ámbito nuclear, que desembarca en la conducción del organismo en un momento de revisión de estructuras y políticas del sector energético.
Porro es cercano al secretario de Asuntos Nucleares, Federico Ramos Napoli, funcionario con vínculo político directo con Karina Milei, un dato que refuerza la idea de una mayor concentración de poder y alineamiento interno dentro del área nuclear.
La salida de Lavalle se suma a otros cambios registrados en organismos nacionales, en el marco de una estrategia oficial orientada a ajustar prioridades, reducir gastos y redefinir el rol del Estado en áreas clave como ciencia y tecnología.
La CNEA es uno de los pilares del desarrollo tecnológico argentino, con proyectos estratégicos vinculados a energía nuclear, salud y producción científica. El arribo de Porro abre interrogantes sobre la continuidad de programas y el rumbo que tomará el sector.
Hasta el momento, no hubo precisiones oficiales sobre las razones de la renuncia ni sobre los objetivos de la nueva gestión.

